Una tarde de actividad en los cárabos en el mes de abril andaban llamándose en el pinar, uno pardo, creo la hembra y el oro gris , más grande un que marcaba más. Les daban igual los córvidos y los pájaros, me pareció más bien como si otro cárabo hubiera invadido su espacio, y defendían territorio,
Había uno más grande gris, que se movía y marcaba más de un lado a otro, seguramente el macho. Y el otro pardo, un poco más pequeño que apenas se movía, posiblemente , la hembra.
El tono o color de los cárabos es debido a causas genéticas , no de sexo o edad, según me comentó mi amigo Julián Hoyas Sanchez.
Desde el punto de vista de la fotografía, salieron mejor , sin ser nada del otro mundo las fotos en las que me apoyé bien el los troncos de los pinos, porque había que hacer siempre la foto , hacia arriba, con el sujeto a la sombra y a contraluz, por lo que había que sobre exponer mucho la luz y sacarla muy clara por que si no, salía la sombra directamente . Y para eso había que disparar a velocidades lentas, por lo que el apoyo en cada foto fue fundamental.
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